Exclusividad de fotógrafos en iglesias

Fotógrafos en iglesias

Tema delicado el que tocaré hoy con la contratación de fotógrafos en iglesias. Exclusividad, imposición y un trabajo duro.

La realidad
cómo cliente

"Me impone el cura un fotógrafo que no quiero"

Esta frase la he escuchado infinidad de veces y más como queja, por desgracia.

Es su casa, ellos deciden si imponer o no.

Conozco muchas iglesias donde he disfrutado muchísimo haciendo fotos, porque al final es el cura quien hace que todo sea así. Ni canon ni restricciones, al contrario me dejaban moverme a mis anchas, sin molestar claro.

En cambio, hay Iglesias que llevan trabajando años con los mismos fotógrafos, y los imponen porque normalmente se conocen las normas que esa iglesia tiene.

Otras porque esos fotógrafos abonan un «donativo» por trabajar ahí.

Y otras en cambio deciden que vaya el fotógrafo que vaya deben dar un «donativo».

Sin embargo, los fotógrafos a ese donativo le llamamos canon.

Y si quieres lo pagas, como cliente o fotógrafo, o no entras en su casa. 

¿Es justo? Seguramente no contando con que la Iglesia es un lugar que acepta a todo el mundo sea de donde sea y de la clase que sea.

¿Es una forma de lucrarse?  Es otra forma de llenar la cuenta de la parroquia, en tu mano está que quieras contribuir o no.

Desde el punto de vista del fotógrafo.

A veces, no es fácil trabajar en las Iglesias

Entre la lluvia de críticas que me llegan, siempre hago ver mi punto de vista, que bajo mi experiencia son buenas y malas. Y a continuación te pongo los puntos más comunes en las conversaciones con mis clientes.

Cada fotógrafo tiene sus tarifas en base a su servicio.

Al igual que cada familia un presupuesto y necesidades.

A unos, 75€ 4 fotos digitales les puede sonar a broma de mal gusto y a otros 189€ todas las fotos digitales un abuso.

Ahora bien, ¿Que hay realmente detrás del trabajo de un fotógrafo de iglesia?

  • Reuniones con padres, cura y catequistas.
  • Bloqueo de mínimo 2 horas el día de la comunión
  • Gestión de familias (antes, durante y después)
  • Cubrir el evento
  • Contratar personal si es necesario.
  • Revisar todas las fotos del evento, organizarlas, retocarlas y preparar la entrega.
  • Atención al cliente Post-venta
  • Ir detrás de los padres que no han pagado y dijeron que querían las fotos

Esto sin contar, con que las reglas las pone el cura, donde se puede o no mover y en que momentos puede hacer fotos o no.

Cómo fotógrafa de bodas me he encontrado ante diferentes casuísticas.

La más común es imponer un canon o «donativo» por llevar a un fotógrafo propio. Este canon es asumido por los novios.

Incluso pagando el canon hay curas que piden conocer al fotógrafo que acudirá para «explicarle» las normas de su Iglesia.

Entre esas normas, algunas son normales como respetar el momento de la eucaristía.

Otras son un poco dispares como por ejemplo, no superar la linea de donde están los novios, es decir no subir ni un peldaño, no cruzarse por una imagen que está al lateral de la Iglesia o evitar cámaras que hagan mucho ruido.

Tu imagínate en una boda (con novios de narices prominentes) sólo poder trabajar en el lateral.

O que el cura te persiga con la mirada durante toda la celebración…

No es fácil trabajar así, creeme.

Salvo las Iglesias más modernas, las antiguas suelen ser oscuras, fresquitas y la zona de trabajo del fotógrafo suele ser mala.

Si tiras con flash aunque utilices mucho ISO se nota.

En cambio, si no lo usas sale mucho ruido.

Ser fotógrafo en Iglesias no te da mucha rienda a ser artista.

Novios en una boda, que ni se tocan, ni se miran.

Niños con tics nerviosos que no dejan de poner gestos.

Las personas de los pasillos que sacan el móvil para hacer un primer plano y te estropean la foto.

El fotógrafo puede tener un estilo u otro, pero no puede evitar, que unos novios estén tan nerviosos, que ni se hagan un gesto de cariño.

O que una niña esté durante toda la misa soplándose el flequillo porque no ve (esa soy yo el día de mi comunión)

En una Iglesia no puede parar todo el fotógrafo y decir: ¡Eh pareja, que os podéis tocar! 

Ser objetivos con la situación a la hora de visualizar las fotos.

Elegir un fotógrafo para la iglesia.

Opiniones de diferentes, diferentes presupuestos.

Lo que a ti te paree caro, al padre de Pablo le parecerá justo. 

Todo depende de las prioridades de cada uno, quizás para ti 75€ es caro, pero te has dejado 500€ en el vestido de la niña que le pondrás una vez o terminará roto.

Para otra persona 189€ por tener todas las fotos le sale hasta bien de precio porque puede aprovechar y hacerse ahí las fotos con toda la familia.

Unos podrán estar antes para las fotos y otros llegarán con la lengua fuera.

Ninguna postura es ni mala ni buena, simplemente son diferentes por el nivel de expectativas y valor que tengas.

Para finalizar te hago una reflexión.

Los fotógrafos en iglesias nos adaptamos a lo que tenemos y a lo que nos dejan hacer.

Damos las tarifas en función de nuestro trabajo, que incluye el tiempo de reuniones, personal, equipo, tiempo de edición, entrega… 

No es nada fácil atender las necesidades de 10 familias, cada una con sus intereses, sus presupuestos y su forma de ver las cosas.

Tú como cliente tienes la total libertad de aceptar o no un presupuesto de un fotógrafo, de enfadarte si te lo imponen y no te gusta o de aceptar sin darle muchas vueltas lo que te digan.

El cura en su casa hace lo que mejor le convenga, ya que él mirará por sus intereses y los de su congregación. No sabemos si tu «donativo» va a causas sociales o no…

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